Los días cálidos son excelentes para la exploración en la naturaleza. El juego al aire libre es una oportunidad maravillosa de trabajar en objetivos de intervención temprana (E.I., siglas en inglés). Considere por ejemplo el pasatiempo divertido en la temporada cálida de soplar burbujas. A los bebés y niños muy pequeños les encanta ver cómo vuelan mágicamente las burbujas de una varita. ¿Sabía usted que al soplar burbujas se trabaja en muchas habilidades, incluidas las siguientes?
Habilidades motoras orales
Se desarrollan los músculos pequeños de su niño cuando frunce los labios y sopla burbujas. Es importante fortalecer estos músculos para desarrollar la habilidad de formar sonidos claros al hablar y la de comer y tragar sin peligro.
Habilidades motoras gruesas
Los niños pueden mejorar su coordinación óculo-manual al alcanzar las burbujas para romperlas. Los bebés y niños muy pequeños que ya caminan pueden seguirlas de pie y practicar así sus habilidades de movilidad.
Habilidades de seguimiento visual
Los bebés y niños muy pequeños aprenden a seguir las burbujas con los ojos.
Desarrollo del vocabulario y la comprensión de conceptos
Al hablar de las burbujas con sus niños, los expone a palabras tales como claro, jabonoso, flotar y romper.
Desarrollo cognitivo
Cuando los niños pequeños tocan una burbuja y la rompen, se les presenta la oportunidad de explorar conceptos cognitivos, como el de causa y efecto.
Atención conjunta
Las risas y sonrisas compartidas crean relaciones fuertes y ayudan a los niños a conectar con otros y descubrir intereses mutuos. ¿Quién puede evitar sonreír al mirar las burbujas que le pasan volando?