
A todos nos gusta tomar un descanso, apagar el aparato con pantalla y agarrar un libro. Leemos para nosotros mismos o con nuestros niños.
¿Sabía usted que le causa una gran impresión a su hijo permitir que lo vea leyendo un libro, revista o periódico? ¡Así es! Los niños pequeños y hasta los bebés que observan leer a sus familiares al igual serán buenos lectores cuando sean grandes.
Montones de libros
Para ayudar a su hijo a desarrollar un amor por la lectura, usted puede tener libros disponibles en su casa. Vaya a la biblioteca con su hijo y eche un vistazo a los libros. Saque algo que parece interesarle a su hijo además de libros que le interesan a usted. Se encuentran algunas opciones excelentes para los niños muy pequeños en nuestra guía de recursos libros divertidos para las familias. Una vez que haya tomado los libros gratuitamente de la biblioteca, puede colocar varios en algunas partes de su casa donde el niño puede ver los libros y decidir explorarlos.
Una y otra vez
Cuando se les lee a bebés y niños pequeños, aprenden muchísimo. Forme el hábito de leerle a su hijo cada día si es posible. A veces los niños piden una y otra, y otra vez que se les lea su libro preferido. Esta es una manera maravillosa para los niños de aprender nuevas palabras y aumentar su vocabulario; exactamente las habilidades que necesitarán para leer. A veces los niños quieren adelantarse en algunas páginas, o quedarse más tiempo en una. Eso está bien, siga adonde su hijo quiere ir y al ritmo del niño. Usted hasta podría olvidarse de las palabras escritas en la página y contar su propio cuento. Invéntese un cuento más divertido.
R-r-r-rugir
Haciendo los sonidos de los personajes que se ven en los dibujos, les ayuda a los niños pequeños a participar. Por ejemplo, si hay un oso en el cuento, usted podría hablar en tonos bajos al leer las palabras del oso y hasta dar gruñidos también. Está bien que los adultos hablemos en forma graciosa al leer; esto hasta podría reducir el estrés. ¡A los niños les encanta escuchar los sonidos de los animales! Así les parece que el cuento cobra vida.
¿Ves a la niña?
Simplemente con hablar sobre los dibujos en las páginas ayuda a que el cerebro de sus hijos crezca. Señalando un dibujo con el dedo, les ayuda a los niños muy pequeños a desarrollar la atención compartida, o sea, cuando un niño y un adulto miran juntos la misma cosa. Por ejemplo, usted podría decir mientras señala un dibujo del libro, “¿Ves a esa niña? Dime qué está haciendo”. El niño dice: “Corre”. Usted sigue: “¡Sí, está corriendo! Lleva el abrigo rojo”. Este tipo de conversación se llama el lenguaje de “servir y devolver” y les ayuda a los niños a desarrollar las habilidades cognitivas. Lo más importante es que ustedes pasen un buen rato juntos.
Así que, cuando usted tenga unos pocos minutos durante el día, siéntase con su niño y gocen juntos de un buen libro. Los beneficios son incontables para usted y su hijo.