
Con la Resolución del Senado 0099, el estado de Illinois declaró que el 15 de mayo de 2019 fue el Día de Concienciación e Información sobre el Trauma, con el fin de hacer resaltar el impacto del trauma y la importancia de la prevención y la capacidad de recuperación comunitaria, fundada en lo que nos informan esas experiencias de trauma. Una definición del trauma incluye la violencia familiar, el abuso, la enfermedad, el descuido, el maltrato o la separación familiar. Es típico que niños y adolescentes experimentan diversas reacciones después de vivir o presenciar un evento traumático, como un desastre natural, un acto violento o un accidente grave. El trauma también puede surgir de la violencia en familia, el abuso, la enfermedad, el descuido, el maltrato o la separación de los familiares.
Cuando un niño pequeño experimenta el trauma, le puede tener un impacto profundo. Por ejemplo, las experiencias traumáticas pueden afectar el desarrollo cerebral del niño. En términos concretos, los traumas pueden impactar la salud, el desarrollo emocional y la cognición de un pequeño. Además, las experiencias traumáticas que involucran a uno de los padres de un niño pueden tener un efecto en sus sentimientos de apego con su familia. En todo, el trauma tiene múltiples efectos en el niño y en la familia.
Hay muchas estrategias destinadas para tratar el trauma entre los niños pequeños, como las siguientes:
- Enseñar estrategias para hacer frente al trauma. Hable con su niño acerca de expresar las emociones de una forma sana. Reconozca los sentimientos del pequeño.
- Notar el comportamiento que es insólito para su hijo. Preste atención a su conducta. Hable con su proveedor de atención médica si tiene preocupaciones.
- Dar un modelo de optimismo y actitudes positivas. Eso ayudará a demostrar la capacidad de recuperación.
- Expresar la empatía. Comuníquele a su hijo con sus acciones que usted se preocupa por él.
La reacción de los adultos ante el trauma puede influir fuertemente en las reacciones de niños y adolescentes. Cuando los cuidadores y familiares dan pasos para ser más capaces de recobrarse, pueden cuidar mejor de otras personas.
Los cuidadores y familiares también pueden ayudar al crear un ambiente de seguridad y apoyo, mantenerse tranquilos siempre que sea posible, y reducir los factores de estrés. Los niños y adolescentes necesitan saber que sus familiares los quieren y que los cuidarán lo mejor que puedan. Cuando usted aprende que un niño ha vivido una experiencia traumática, no lo obligue a hablar del evento antes de que se sienta listo. No se enoje si el niño exprese sentimientos fuertes, ni espere que se ponga buena cara. Es mejor continuar las rutinas, ayudar al niño a sentir que tiene algo de control permitiendo que tome por su cuenta algunas decisiones, por ejemplo de la merienda o la ropa. Si los cuidadores mantienen una actitud abierta, quedan disponibles para tratar las preguntas y preocupaciones de un niño y le permiten procesar la experiencia a su propio ritmo, pueden ayudarlo con su experiencia del trauma.
Para hallar recursos adicionales sobre el trauma en los niños pequeños, vea nuestro guía de recursos, “El estrés y el trauma en los niños pequeños”.